2 Reyes 7 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de 2 Reyes
Capitulos:

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1 - Dijo entonces Eliseo: "Oíd Palabra del Eterno: Así dice él: Mañana a esta hora, a la puerta de Samaria, el seah de harina (7 lts) valdrá un siclo (11 grs de plata), y dos seahs de cebada un siclo".

2 - Un príncipe, sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios: "Aunque el Eterno abra ventanas en el cielo, ¿sería eso así?" Eliseo respondió: "Tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello".*

3 - A la entrada de la puerta había cuatro leprosos que se dijeron uno al otro: ¿Por qué nos quedamos aquí hasta morir?

4 - "Si entramos en la ciudad, por el hambre que hay, moriremos en ella. Y si nos quedamos aquí, también moriremos. Pasemos al ejército de los sirios. Si ellos nos dan la vida, viviremos; y si no, moriremos".

5 - Se levantaron, pues, al anochecer y fueron al campamento de los sirios. Al llegar al principio del campamento no vieron a nadie.

6 - Porque el Señor había hecho que los sirios oyeran estruendo de carros, ruido de caballos y estrépito de gran ejército. Y se dijeron unos a otros: "El rey de Israel ha pagado a los reyes hititas y a los reyes egipcios, para que vengan contra nosotros".

7 - Así, se habían levantado y huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba. Habían huido por salvar la vida.

8 - Cuando los leprosos llegaron a la primera tienda, comieron y bebieron, y tomaron de allí plata, oro y vestidos, y fueron y lo escondieron. Vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron.

9 - Luego dijeron uno al otro: "No hacemos bien. Hoy es día de buena noticia, y nosotros callamos. Si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará la maldad. Vamos ahora, y demos la noticia en casa del rey".

10 - Llegaron, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y dijeron: "Fuimos al campamento de los sirios y no había nadie allí. Ni voz de hombre, sino caballos y asnos atados, y el campamento intacto".

11 - Los porteros dieron voces, y lo anunciaron en el palacio del rey.

12 - El rey se levantó de noche, y dijo a sus siervos: "Os diré lo que han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre. Han salido de las tiendas y se han escondido en el campo, diciendo: 'Cuando hayan salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad".

13 - Entonces respondió uno de sus siervos: "Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, porque ellos también perecerán como toda la multitud de Israel que ha perecido ya, y enviemos a ver qué hay".

14 - Tomaron carros y sus dos caballos, y el rey los envió al campamento de los sirios, diciendo: "Id, y ved".

15 - Ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán. Y vieron todo el camino lleno de vestidos y enseres que los sirios habían arrojado en su premura. Y volvieron los mensajeros y avisaron al rey.

16 - Entonces el pueblo salió y saquearon el campamento de los sirios. Y fue vendido un seah de harina por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, conforme a la Palabra del Eterno.

17 - El rey puso a la puerta a ese príncipe sobre cuyo brazo él se apoyaba. Y el pueblo lo atropelló, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Dios, cuando el rey fue a verlo.

18 - Sucedió, pues, de la manera que el varón de Dios había anunciado al rey: "Dos seahs de cebada por un siclo, y el seah de harina por un siclo, mañana a esta hora, a la puerta de Samaria".

19 - A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Dios, diciendo: "Aunque el Eterno abra ventanas en el cielo, ¿podrá suceder eso?" Eliseo le había dicho: "Tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello".

20 - Y así sucedió, porque el pueblo lo atropelló a la entrada, y murió.